Historia del Club
Fundación

LA PASION LLEGO EN TREN
Empleados del ferrocarril Central Córdoba, con el apoyo de la gerencia del mismo, fundaron el club Talleres el 12 de octubre de 1913.
La llegada del siglo 20 trajo consigo el auge del tecnicismo y la metodología en distintos ordenes. El fútbol, en tanto, se constituía en el mejor pasatiempo de estudiantes, militares y obreros. Cada uno de los numerosos baldíos eran desmalezados y convertidos por obra de la pasión, en improvisados "campos de deporte". El Córdoba Athletic, entidad decana de córdoba fundada en 1882, comenzó a perder su hegemonía con la atracción de nuevos clubes como Belgrano (1905), Universitario (1907), Argentino Peñarol (1908). Organizada ya la liga Cordobesa de Fútbol (1906), varios equipos se inscribieron para participar en las distintas divisiones. Uno de ellos fue Defensa Infantil, formadas por jóvenes ferroviarios que participaron del torneo de segunda de 1909. El novel equipo contó en sus filas a varios de los jugadores que en 1913 fundaron el actual club Talleres.
La fundación
El defensa infantil jugo hasta 1913, cuando luego de una ardorosa final perdida ante Colegio Nacional de Monserrat, fue suspendido por la indisciplina manifestada por varios de sus integrantes. Las incontenibles ganas de jugar y un ardid jurídico, les permitió retornar a las competencias oficiales: el domingo 12 de octubre de ese año, luego de disputar un partido de fútbol, los miembros de la gerencia del Ferrocarril Central Córdoba les propusieron fundar un nuevo club, al que llamaron ATLETICO TALLERES CENTRAL CORDOBA.
Los primeros juegos
La federación cordobesa acepto la solicitud de ingreso del nuevo club en su sesión del viernes 17 de abril de 1914. El 17 de mayo de 1914 le toco enfrentar al rival que seria el enemigo de toda la vida: "belgrano". El debut no pudo ser peor, ya que el delantero celeste Lascano lo "madrugo" con un gol que los albiazules reclamaron vehemente reclamando offside.Lo que los impulso a abandonar la cancha y la federación. El exilio duro hasta el 2 de setiembre, cuando el ente rector aprobó su regreso, pero el escandalo volvió a rozar al club en su segunda presentación. En un cotejo frente a Junior por la copa Reina Victoria, el delantero albiazul Horacio Salvatelli fracturo a José Carbajal, lo que desencadeno un nuevo incidente.
Según Abel Forelli, el arqueo de aquel equipo, la energía latente los indujo a bautizarse de nuevo con el nombre de Club Atlético Talleres, que hasta hoy prosigue triunfal en las lides del fútbol cordobés"